martes, 11 de septiembre de 2012

11 de Septiembre

La gente tiene tanta rabia, se siente tan enajenada y estafada que no puede perdonar u olvidar, porque se les prometió justicia y democracia y aún aguardan por ella. Un año más de espera.

¿Como se supone que debiese desaparecer el resentimiento si día a día somos esclavos de un modelo impuesto por la fuerza que comercializó los derechos y fomentó el individualismo, que oprimió a los sujetos pensantes y los convirtió en empleados eficientes; si los asesinos y torturadores están libres en las calles, si nos quieren convertir en un pueblo sin memoria y si todavía hay detenidos desaparecidos?

Hoy no hay nada que celebrar, independientemente de los resultados futbolísticos del país, porque hace 39 años que perdimos vida y democracia, y sin el cuestionamiento de los acontecimientos y sus motivaciones, seguiremos perdiendo todos. Si queremos entregar un mundo mejor que el que recibimos, entonces tenemos que ser capaces de apropiarnos de nuestra historia, revindicar lo que sea necesario, aprender de lo que sea posible y por sobre todo NO OLVIDAR porque solo desde esa plataforma podremos construir. 


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