Podía ver la inmensidad de la ciudad desde el balcón de mi departamento y la cordillera imponente completaba el cuadro. Sentada en el suelo miraba a los alrededores y una vez más me sentía indefensa ante la enormidad de lo que me rodeaba, una vez más desorientada y una vez más maravillada de poder sentir, de poder responder ante los estímulos que el medio me entregaba, ya que después de todo, era lo único humano que me quedaba.
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Microcuento realizado para el concurso "Santiago en 100 palabras", no vale la pena desperdicarlo si lo hice para compartirlo.
1 comentario:
Por supuesto
que estaba hecho
para compartirlo
Me encanta como escribes loca
siempre he admirado
eso cuan fácil es hilar palabras para ti
Me gustó tu microcuento
y no te preocupes para la próxima vez
será
Cariños
Cono
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